La provincia de Buenos Aires anunció una actualización en el esquema de la tarifa social de energía con el objetivo de amortiguar el impacto de los cambios en los subsidios que el Gobierno nacional aplicará a partir de enero de 2026.
Según explicó el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, la medida apunta a “mejorar los criterios de inclusión y exclusión” del beneficio y adecuar el sistema provincial a la nueva segmentación de usuarios definida por la Secretaría de Energía de la Nación. Desde la gestión de Axel Kicillof señalaron que la estrategia se apoya en dos ejes centrales: recortar subsidios donde no corresponden y sostener la asistencia a los sectores más vulnerables.
Uno de los cambios más relevantes será la quita de la tarifa social a unas 79 mil viviendas ubicadas en barrios cerrados. De acuerdo con información oficial, la identificación de estos casos surgió de un trabajo conjunto entre ARBA y el Ministerio de Economía bonaerense.
El segundo eje de la reforma está vinculado con la nueva segmentación nacional. Hasta ahora, el esquema contemplaba tres categorías: N1 (altos ingresos, sin subsidios), N2 (bajos ingresos, con un subsidio del 65% hasta cierto consumo) y N3 (ingresos medios, con un subsidio del 50% hasta un tope).
Con los cambios que impulsa la Nación, la categoría N3 será eliminada y el sistema quedará reducido a dos grupos: hogares sin subsidio —con ingresos superiores a tres canastas básicas totales— y hogares con subsidio, que incluirán a quienes perciban ingresos por debajo de ese umbral. Estos últimos tendrán asistencia sobre un consumo de hasta 300 kWh mensuales en los períodos de mayor demanda y hasta 150 kWh en los meses de clima templado.
