Lamentablemente el proyecto el Gran Gallinero sufrió un duro golpe. En principio ingresaron algunas comadrejas y sacrificaron a las más de treinta ponedoras que tenían en el lugar. No quedó ninguna, cuando una comadreja entra en un gallinero, puede atacar a todas las gallinas. Este animal suele morder en el cuello o alrededor de la cabeza y luego arrastra a su presa . Al revisar el gallinero, las personas pueden encontrar a sus gallinas con heridas en el cuello o desaparecidas. Un dato para tener en cuenta, los perros pueden ser una protección contra las comadrejas, disuaden a depredadores como las comadrejas marcando su territorio con olor e interviniendo en sus intentos de ataque. Es posible que si hay un perro no se acerquen.
Habrá que comenzar de nuevo, tal vez con el aporte del Municipio, pero también sería un buen aliciente la ayuda de los vecinos. Recordemos que en el Gallinero hay más que nada un proyecto de sociabilización para personas que necesitan ayudan y encuentran en esa labor un camino
