Este 15 de noviembre se cumplieron siete años de uno de los hechos más dolorosos que vivió nuestra ciudad. En 2018, cuatro personas fueron asesinadas en una vivienda de la calle 54, un episodio que dejó una profunda marca en la comunidad.
Familiares y allegados realizaron un sencillo pero emotivo homenaje en el Banco Rojo ubicado en la esquina de 50 y 10. Aunque la concurrencia fue reducida, la ceremonia estuvo cargada de simbolismo, memoria y dolor, reflejando la vigencia de aquel suceso que conmocionó a toda la ciudad y golpeó especialmente a una familia.
En el lugar se desplegaron banderas y pancartas que recordaban a las víctimas y reafirmaban el pedido de que hechos así no vuelvan a repetirse.
El episodio, que estremeció a la comunidad, fue un cuádruple crimen: las víctimas fueron Delia Guerrero y sus hijos Jonás y Josefina, a quienes se sumó Omar Lagneaux, un amigo de la familia que ese día había decidido pasar a desayunar.
El Banco Rojo, reconocido mundialmente como un símbolo de la lucha contra la violencia de género y los femicidios, funcionó una vez más como espacio de encuentro, reflexión y homenaje.
