Informaron los bomberos voluntarios que realizaron una prueba de vértigo. En el transcurso de la misma los bomberos ascendieron una escalera de 15 metros, simulando cualquier situación donde podría ser necesaria la intervención.
Explicaron que esas prácticas les permiten mantener la preparación y confianza necesarias para actuar con seguridad ante cualquier emergencia.
En una ciudad en la que hay varios edificios de altura en uso y otros en proceso de construcción, estos edificios se convierten en nuevos desafíos para nuestros bomberos que, como se vé, se preparan anticipadamente.