Luego de cinco décadas de ejercicio ininterrumpido, el Dr. Ulíses Portillo anunció su retiro de la actividad profesional como médico pediatra, marcando el cierre de una etapa profundamente significativa para él y para toda la comunidad.
Portillo no solo fue un médico reconocido por su formación y experiencia, sino también un profesional entrañable, cercano, de trato llano y humano, que supo conjugar la calidez con el rigor del saber médico. Su consultorio fue durante años un espacio de contención para padres angustiados y un refugio de confianza para generaciones de niños y niñas.
Su forma de ejercer la medicina, con humildad, escucha atenta y una vocación incansable, dejó huella en incontables familias del pueblo. Atendió a hijos, tranquilizó a padres y también compartió con ellos las alegrías del crecimiento y la salud recuperada.
El Dr. Portillo se despide del ejercicio activo de la pediatría, pero su legado permanecerá en la memoria afectiva de la comunidad. Se va el médico, pero queda el hombre que honró su profesión cada día, durante medio siglo, con compromiso, respeto y humanidad.