Ayer se conoció el fallo de la Corte Suprema que ratificó la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La noticia tuvo repercusión nacional y también fue tema de análisis en nuestra ciudad.
En diálogo con Emisora Colón, Gerardo Soria ofreció una mirada crítica sobre el fallo y su trasfondo político y judicial. “Esta causa no es más que una excusa para correr a Cristina de la cancha. No la juzgan por corrupción, la juzgan por haber impulsado un modelo económico de inclusión y por haber tocado intereses de los grandes grupos empresarios”, afirmó.
Soria recordó que el inicio de las causas contra la exmandataria coincide con una reunión de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), integrada —según dijo— por “los verdaderos dueños del país”, y vinculó estos hechos con el avance de causas judiciales contra empresarios que fueron cómplices de la última dictadura, como el caso Blaquier.
También cuestionó la imparcialidad de los jueces y los vínculos del tribunal con el expresidente Macri. “Dos de los tres miembros de la Corte fueron nombrados por decreto durante su gobierno. La imparcialidad está claramente comprometida”, subrayó.
Finalmente, destacó la respuesta popular: “Las movilizaciones en Córdoba, Mar del Plata, Rosario y frente a la casa de Cristina muestran que el peronismo está lejos de rendirse. Si pensaron que con este fallo nos iban a quebrar, se equivocaron”.
11/06/25 Pablo Pino habló de la sentencia a Cristina
¿Condenaron a Cristina? Sí. Pero lo que está en juicio es mucho más grande.
Lo que vivimos con la condena a Cristina Fernández de Kirchner no es solo un hecho judicial, analizó el dirigente Pablo Pino. Es un hecho político, mediático y profundamente simbólico. Una sentencia escrita hace tiempo, con titulares diarios que machacaron sin pruebas. Con medios alineados a un poder económico que no perdona a quienes lo enfrentan.
Cristina no pidió nunca impunidad. Se presentó en cada tribunal, defendió su inocencia, y lo hizo con la dignidad de quien cree en la justicia, aunque sepa que está siendo usada para disciplinar. No hay firma, no hay orden directa, no hay prueba concreta. Solo una construcción mediática que intentó –y aún intenta– convencernos de que la plata que falta está en sus bolsillos. Y no. La plata está afuera, fugada, en cuentas que no tienen nombre ni rostro, pero sí poder.
La justicia que la condena es la misma que no investigó los viajes a Lago Escondido.
Es la misma que no abrió el debate ni revisó los argumentos de la defensa.
Son jueces nombrados a dedo por Macri, que visitaban Olivos mientras se armaban las causas.
Esto no se trata solo de Cristina. Se trata de lo que quieren hacer con todos los que se animen a enfrentar a los que de verdad manejan el país. Se trata de disciplinar a la política y domesticar la democracia.
Por eso, hoy más que nunca, el campo nacional y popular tiene que estar unido. Con diferencias, sí, pero con un objetivo común: que el poder vuelva a estar donde debe estar, en el pueblo, en sus representantes elegidos por el voto y no por los medios o el FMI.
Cristina dio una lección: no pidió revancha. Pidió justicia. Que no nos dividan. Que no nos confundan, no nos resignamos. Hoy, más que nunca, unidad, memoria y coraje, sostuvo Pino.
11/06/25 “No fue justicia, fue proscripción”
La presidenta del Concejo Deliberante viajó a Buenos Aires para acompañar a Cristina Fernández de Kirchner en uno de los momentos más duros de su vida política: la confirmación de una condena que, más allá del expediente, busca borrarla del mapa político.
“Estaba en la Capital, convocada junto a compañeros y compañeras de todo el país. Nos encontramos, compartimos la tristeza, la angustia, pero también la fuerza. Sabemos que esto no es nuevo: es una estrategia del poder real para eliminar a quienes se animan a enfrentarlo”.
“Después del atentado, Clarín sacó una tapa escalofriante: ‘La bala no salió, pero el fallo sí’. Hoy lo vivimos. Lo advertimos. Lo denunciamos.”
Desde su entorno, Cristina convocó a diputados, senadores, concejales y militantes de Unión por la Patria a ponerse al lado de los que más lo necesitan: jubilados, médicos, comedores vacíos. “Están usando al Estado para castigar a los de abajo y para callar a los de arriba”.
“A Cristina no la quieren fuera por un fallo judicial. La quieren fuera por representar un modelo de país que incluye, que distribuye, que enfrenta a las corporaciones”.
“Hay una derecha que dice sin tapujos que el kirchnerismo tiene que desaparecer. Ayer nomás, escuchábamos a periodistas repetir eso sin vergüenza. Es un discurso de odio, peligroso, que ya vivimos en otras etapas oscuras de nuestra historia”.
“Hoy más que nunca tenemos que estar unidos. Este intento de proscripción debe ser un punto de inflexión. Si nos dividen, ganan ellos. Si nos unimos, gana el pueblo”.
En Colón, en Buenos Aires, en cada rincón del país, estamos con Cristina. Y vamos a seguir militando, organizando, defendiendo la democracia.
Porque como dijo ella: “El pueblo siempre vuelve”, sostuvo la dirigente.