Recibimos fotos de un vecino sorprendido por la cantidad de autos estacionados sobre las veredas en la calle 47, entre la 9 y la 14. Este caso, aunque alarmante, es solo un ejemplo de una situación que se repite en muchas calles de la ciudad y no de manera aislada. En algunos puntos, todos los días a la misma hora se observan vehículos ocupando estos espacios, como si fuese una práctica aceptada.
Dejar autos estacionados en la vereda es una clara infracción en la mayoría de los municipios de Argentina, incluyendo Colón, ya que las normativas de tránsito y urbanismo prohíben esta acción. Las veredas están destinadas exclusivamente al tránsito peatonal, y su ocupación indebida genera múltiples problemas:
• Obstrucción del paso: afecta a peatones, especialmente a personas con movilidad reducida, adultos mayores o familias con cochecitos.
• Deterioro de la infraestructura: daña baldosas, cordones y áreas verdes, generando costos adicionales para el municipio y los vecinos.
• Infracciones y sanciones: aunque la normativa lo prohíbe, la falta de controles evidencia que no se toman las medidas necesarias para aplicar las sanciones correspondientes.
En Colón, a pesar de que estas prácticas están reguladas, la persistencia de este problema demuestra que no hay un control efectivo por parte de los agentes de tránsito. Es necesario que el municipio asuma este desafío con mayor seriedad, implementando medidas para garantizar el respeto a las normas y el cuidado de los espacios públicos.
La convivencia ciudadana comienza con el cumplimiento de las reglas, y este es un tema que requiere atención inmediata para preservar la seguridad y el derecho de quienes transitan a pie.