Un robo violento y poco habitual tuvo lugar el pasado viernes por la noche, alrededor de las 22:30, en una vivienda ubicada en calle 45, entre 22 y 23. Una mujer y su hijo fueron sorprendidos mientras se encontraban en la puerta de ingreso al domicilio, cuando dos personas en moto llegaron de improviso al lugar.
Los delincuentes, vestidos con camperas grandes para aparentar mayor contextura física y usando cascos que nunca se quitaron, los intimidaron y obligaron a ingresar al interior de la casa. Una vez dentro, sacaron un arma de fuego y comenzaron a interrogar a la mujer sobre la llegada de su pareja, quien, según explicó la víctima, no vive en esa dirección.
Sin embargo, los asaltantes insistieron en la búsqueda de dinero. Mientras mantenían a la mujer y a su hijo encerrados en una habitación, recorrieron otras dependencias de la vivienda. Revolvieron el lugar sin ejercer violencia física ni causar daños significativos, hasta que encontraron la cartera de la víctima, en la cual había 70 mil pesos en efectivo.
Tras hacerse con el botín, los delincuentes encerraron a la mujer y al niño en una habitación, asegurando la puerta con llave antes de huir. Minutos después, la mujer logró escapar rompiendo un mosquitero y saliendo por una ventana sin rejas. Ya en el exterior, pidió auxilio a una vecina, quien le facilitó un teléfono para contactar a la policía.
El caso está siendo investigado, aunque las autoridades anticiparon que será un desafío avanzar rápidamente, dado que los delincuentes tomaron precauciones para no dejar rastros, como el uso de vestimentas voluminosas y cascos que ocultaron su identidad.
Aquí tienes una versión redactada del informe sobre el estudio universitario: