Como estaba previsto, ayer después del mediodía, los acompañantes terapéuticos se movilizaron a la Casa de la Provincia, en calles 9 y 50, para manifestar su disconformidad con la forma que cobran su salario y, entre otras cosas, con la implementación del sistema de validación mediante token.
Sin embargo, la respuesta no fue la esperada: les cerraron la puerta con llave y llamaron a la policía. La delegada de IOMA se negó a recibirlos, pese a que los manifestantes solo pretendían entregarle un petitorio.
Los acompañantes terapéuticos denuncian que el IOMA continúa funcionando con mecanismos de abandono, tercerización encubierta y desidia institucional. A ello se suman las complicaciones derivadas de la implementación del token desde julio, que obliga a las personas afiliadas a validar su asistencia mediante un código personal generado a través de la app IOMA Digital o el sitio web oficial.