La ciudad de Concepción del Uruguay fue escenario de una de las más masivas movilizaciones de Entre Ríos. Familias enteras y allegados de los trabajadores de la avícola Granja Tres Arroyos salieron a las calles ante el posible cierre de esa empresa jaqueada por las políticas antiproductivas actuales.
El reclamo inicial fue hecho por un grupo de operarios ante el aviso de la empresa de que se suspendía la faena “hasta nuevo aviso”. El cartel y el impedimento de que los trabajadores ingresen a la planta rebalsaron la paciencia de las mil personas que se desempeñan allí y que desde el año pasado padecen una serie de ajustes y recortes producto de la crisis.
La firma entró en crisis cuando el gobierno de Javier Milei cerró el mercado chino para la exportación. Eso y otras medidas elevaron los costos de producción y laborales.
Granja Tres Arroyos es la firma avícola más grande de la Argentina, opera ocho plantas de producción y faena alrededor de 700 mil animales por día, con una facturación anual estimada en 1,3 millones de dólares.
El Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) denunció que Granja Tres Arroyos está desviando la producción a otras plantas en Gualeguay y Buenos Aires. Aducen que la maniobra es un intento de reducir el plantel laboral o recortar salarios.
“Con esto, la empresa rompió la conciliación obligatoria que cerraba el lunes. En vez de haber una propuesta, cierra la empresa”, advirtió Miguel Klenner, secretario general de STIA.
Granja Tres Arroyos evidenció su grave crisis a finales del año pasado, cuando eliminó adicionales salariales que los empleados percibían desde hacía años y que representan una reducción de entre el 11 y el 20 por ciento de sus ingresos.
Presionó para que se aceptaran recortes salariales y se firmaran convenios preventivos de crisis que implicaban la renuncia a derechos adquiridos. Y a pesar de las presiones del gremio, amenazó con despedir a 400 empleados.