Luego del veto del presidente Javier Milei a la emergencia en discapacidad impulsada por la Legislatura, la concejala Carolina Jaureguizhar se refirió a la situación del sector. Contó el diálogo mantenido con un vecino que tiene una hija con síndrome de Down, a la que con esfuerzo puede asistir, y planteó:
“Cuando un familiar no puede afrontar semejante gasto, lo difícil y angustiante es no poder ayudar a una familia, a un ser querido o a un amigo. El Estado tiene que garantizarlo, con prioridades claras y con un presupuesto. A costo de los derechos no se puede tener déficit cero. Hoy se plantea déficit cero a pesar de dejar de lado a quienes más lo necesitan. Por eso no es lo mismo un Estado presente que un Estado ausente”.
Jaureguizhar remarcó además: “Si hoy estamos discutiendo esto en Colón, en la Argentina, es porque hay concejales en este recinto que con sus decisiones avalan un modelo de recorte, discriminación, violencia y desprecio hacia las personas con discapacidad, hacia los jubilados, hacia quienes más lo necesitan. En medio de una campaña, cada vecino deberá elegir entre el ajuste y el desprecio, o una mirada inclusiva, solidaria y amorosa que reconozca la dignidad de todas las personas sin excepción”.
En respuesta, el concejal Julio Álvarez señaló: “Estoy de acuerdo con todo lo que dijo la concejala, pero claramente no voy a estar en contra de mis compadres que son discapacitados. Lo que sí me resulta raro es que esta ley de emergencia salga ahora. La impulsó Daniel Arroyo, quien estuvo muchos años en Desarrollo Social y nunca hizo nada”.
03/09/25 – Villa, “ahora empezaron a hacer algunas cosas”
Marcelo Villa sostuvo “de tantos reclamos que hemos hecho durante un año y ocho meses, parece que se despertó el ejecutivo municipal.
Se despertó y en el último mes ya la propagadora del gobierno municipal dijo las cosas que hicieron. Así que nos aplaudimos a nosotros mismos de que no había plata, pero tal cosa, pero tal otra. Pero bueno, al fin empezaron a hacer algunas cosas.
Esperamos, o nos gustaría que en vez de ser el 7 de septiembre las elecciones fueran en noviembre, así tienen unos meses más para hacer algunas otras cosas y poder mostrarse. Porque vivieron un año y ocho meses sin hacer nada. Cuando nosotros le íbamos apuntando distintas cosas.
Lo que plantea se puede resumir en varios ejes:
1. Inacción inicial y reacción electoralista
◦ Señala que durante un año y ocho meses el Ejecutivo municipal no hizo nada relevante, y que recién “se despertó” en el último mes.
◦ Considera que las obras y anuncios actuales tienen un claro fin electoral, lo que atribuye a una práctica repetida en la política local.
2. Críticas y reconocimientos puntuales
◦ Cuestiona la demora en obras de infraestructura (ej. la calle 38 entre 9 y 11, y el desagüe de calle 10).
◦ Reconoce avances en el Centro de Desarrollo Infantil y la reactivación de las 66 viviendas, aunque aclara que estas venían de programas provinciales.
3. Problemas estructurales no atendidos
◦ Destaca que los empleados municipales siguen cobrando sueldos bajos.
◦ Plantea que, pese a la buena recaudación en tasas, no se aprovecharon herramientas como los consorcios camineros.
4. Cuestionamientos políticos directos
◦ Critica la actitud de una concejala oficialista, a quien acusa de burlarse en las sesiones.
◦ Afirma que el gobierno municipal “tiene fecha de caducidad” y que la población lo percibe.
En síntesis: Villa combina reconocimientos aislados con un fuerte cuestionamiento de fondo: acusa al gobierno de actuar solo en clave electoral, de no gestionar con continuidad ni seriedad, y de no atender problemas básicos como salarios, infraestructura y servicios.