El diálogo entre los transportistas camioneros de Colón y la empresa Cargill se encuentra actualmente interrumpido, en medio de un conflicto que se agravó en los últimos días. La disputa comenzó cuando la firma multinacional decidió contratar camiones de otras localidades, que ofrecen el servicio a un costo más bajo que los prestadores locales.
En un principio, el reclamo fue impulsado por afiliados al Centro de Camioneros de la ciudad, pero con el correr de los días se sumaron todos los transportistas colonenses. En total, se estima que unos 300 camiones forman parte del reclamo, exigiendo que el cereal que se produce en Colón sea transportado por vehículos locales.
Ante el corte del diálogo directo con la empresa, los transportistas buscan ahora intermediarios que faciliten una nueva instancia de negociación. En ese marco, mantuvieron una reunión con la diputada provincial Fernanda Díaz, con el objetivo de gestionar un acercamiento entre las partes.
Mientras tanto, la situación en la planta de la cerealera refleja claramente el conflicto: camiones de otras localidades operan dentro de las instalaciones, mientras que los vehículos de los transportistas colonenses se ubican en las inmediaciones del ingreso, en señal de protesta.
El impacto económico no afecta solamente a los 300 transportistas involucrados, sino también al conjunto de la comunidad. La salida de estos ingresos hacia otras ciudades representa una pérdida significativa de dinero para Colón.