Gonzalo Giuli respondió a los dichos de Vanesa Acevedo desde la Banca Ciudadana en el Concejo Deliberante, realizando una descripción detallada del problema del tránsito en la ciudad. “Es un problema que excede el control que se realiza”, afirmó.
En su intervención, Giuli, quien en su momento fue director de Tránsito, habló no solo desde su rol como concejal, sino también con el conocimiento adquirido en su gestión anterior.
Declaró:
“Por supuesto, en primer lugar, queremos solidarizarnos con Vanesa. Sabemos la gravedad del accidente y las lesiones que ha sufrido su hija, algo que ella misma ha expresado. También ha mencionado que tuvo suerte, porque podríamos estar hablando de una víctima fatal. En nuestra ciudad ya hemos tenido casos así, y, con la situación actual, seguramente los seguiremos teniendo en el futuro. Cuando ella habla del dolor, nos referimos a daños incuantificables. Podemos medir cuánto se gasta en salud por accidentes de tránsito, cuántos son los costos administrativos, pero el dolor de las víctimas y sus familias no puede cuantificarse. La persona accidentada pierde la posibilidad de moverse, de desarrollar su vida cotidiana, de estudiar, de compartir con amigos y, en casos como este, queda postrada en una cama. La verdad es que es preocupante.”
Giuli enfatizó que el problema del tránsito no se reduce únicamente a los controles:
“Cuando tratamos este tema, siempre escucho que hay que hacer algo, que hay que reforzar los controles. Pero el control es solo una parte del problema; el problema del tránsito es mucho más amplio y tiene que ver con la educación. Y cuando hablo de educación, no me refiero solo a las escuelas: el tránsito debería ser una materia en los colegios hace mucho tiempo. La principal causa de muerte en personas menores de 35 años son los accidentes de tránsito. Nos preocupamos por las drogas y la delincuencia, pero esto también es un problema enorme, y muchas veces lo ignoramos.”
Luego, propuso que el expediente presentado por la vecina sea enviado al Departamento Ejecutivo y que se convoque a una reunión con todas las partes involucradas, incluyendo a la Justicia:
“Si bien Vanesa reconoció la buena intención de la Dirección de Tránsito y de la Secretaría de Seguridad, necesitamos involucrar también a la Justicia. Desde hace tiempo hablamos de la legalidad o no de ciertas ordenanzas, pero tenemos juzgados que podrían intervenir. Sé que los juzgados también tienen dificultades, cuellos de botella y falta de recursos, pero es urgente que nos sentemos a discutir quién asume la responsabilidad legal de estos asuntos.”
Sobre las dificultades para implementar soluciones efectivas, expresó:
“No podemos pretender que una ciudad resuelva sola un problema que requiere políticas nacionales y provinciales. Además, los recursos son escasos. Uno puede asumir un cargo con muchas intenciones, pero cuando se encuentra con la falta de herramientas y la imposibilidad de adquirir nuevas, la frustración es inevitable. Lo digo con conocimiento de causa: cuando fui director de Tránsito, no dudé en ponerme un chaleco y salir a dar charlas en las escuelas para suplir la falta de recursos. Lo mismo le pasa al actual director de Tránsito. Es un puesto desgastante. Desde el primer día en el cargo hasta hoy, vi cómo envejecen quienes lo ocupan. Es un trabajo que no te deja vivir tranquilo: cualquier ruido en la ciudad te altera, te despierta a la madrugada. No quiero ni imaginar lo que sienten quienes han sido víctimas de accidentes.”
Sobre la concientización y la responsabilidad individual, señaló:
“Siempre han venido personas de Estrellas Amarillas intentando concientizar. Sin embargo, el problema también es cultural. Un político libertario dijo hace poco que el problema es que ‘somos argentinos’. Y algo de razón hay en eso. Si hacemos una encuesta en la calle, todos dirán que los demás manejan mal, pero que ellos manejan bien. Es un problema gigantesco y la solución debe abordarse desde distintos frentes. No podemos depender solo del control: si así fuera, en Colón necesitaríamos 100 agentes de tránsito.”
Giuli también hizo hincapié en la importancia de los exámenes para obtener la licencia de conducir:
“Hace un año que Colón implementó pruebas de manejo de manera ininterrumpida para otorgar la primera licencia. Ya no es simplemente dar una vuelta por el centro y estacionar. Hay personas a las que se les rechaza la licencia porque no están capacitadas para manejar, y duele, porque muchos la necesitan para trabajar. Pero no podemos darle un carnet a alguien que no sabe conducir. Según comentó la vecina, la persona involucrada en este accidente no tenía carnet. En mis primeros meses de gestión, en cada control vehicular encontrábamos a muchas personas sin licencia. Entonces, ¿cómo se educa a esa gente que ya está en la calle manejando? ¿Quién los educa? ¿Sus padres con sus costumbres? ¿Un amigo? También hay responsabilidad individual y familiar en esto.”
Sobre la problemática de los menores de edad conduciendo sin permiso, sostuvo:
“Estamos cansados de hablar con padres y madres, e incluso abuelos, sobre sus hijos menores que conducen irresponsablemente. La respuesta suele ser: ‘Hace lo que quiere’. Pero no es así: si tu hijo maneja una moto sin luces, sin frenos y con un escape ruidoso que no deja dormir a nadie, hay una responsabilidad familiar que asumir. No podemos poner un agente de tránsito en cada esquina. Y además, vivimos en una época en la que tenemos que ser austeros. No podemos reformular áreas del municipio porque no sobra gente. Entonces, debemos buscar soluciones realistas.”
Para concluir, Giuli pidió que el expediente pase al Departamento Ejecutivo y que se convoque a la Justicia para encontrar soluciones concretas:
“Llamemos a la Justicia, a los juzgados, porque se han presentado casos con nombres y pruebas, pero los expedientes han dado vueltas sin respuesta. No podemos quedarnos en eso. El intendente también tiene una responsabilidad en esto. Debemos unir esfuerzos para encontrar una solución local, aunque no será mágica. Sin una política nacional clara sobre el tránsito, con la descentralización que plantea el Estado Nacional, no llegaremos a nada.”
Sobre la necesidad de educar mejor a los conductores, finalizó:
“Hoy en día, en Argentina, obtener la licencia de conducir parece cada vez más fácil. Pero si la gente no sabe manejar, ¿cómo educamos? Muchos conductores en Colón desconocen que la velocidad máxima en los bulevares es de 40 km/h, no 60. El 55% de los accidentes en la ciudad ocurren en los bulevares. ¿La solución es llenar de lomos de burro? Quizás. Pero también tenemos que asumir nuestra responsabilidad.”
En relación con las infracciones más comunes, enfatizó:
“El principal factor de los accidentes no es la velocidad ni los escapes ruidosos: son los celulares. Y nadie le presta atención a eso. Sé que hay motos sin luces y conductores imprudentes, pero lo mínimo que podemos hacer es no usar el celular al volante. Y esto no tiene que ver con el nivel económico: en Colón, la ley la infringe todo el mundo.”
Finalmente, insistió en que el problema del tránsito debe tratarse con urgencia:
“En Colón se ha duplicado el secuestro de vehículos fuera de regla. En el último operativo en el que participé, de 20 motos secuestradas, 17 no tenían freno delantero. Y cuando les preguntamos cómo frenaban, respondían: ‘Con el trasero’. No saben manejar. La Argentina debe tomarse en serio el tema del tránsito.”
Finalmente, insistió en que el problema del tránsito debe tratarse con urgencia:
“En Colón se ha duplicado el secuestro de vehículos fuera de regla. En el último operativo en el que participé, de 20 motos secuestradas, 17 no tenían freno delantero. Y cuando les preguntamos cómo frenaban, respondían: ‘Con el trasero’. No saben manejar. La Argentina debe tomarse en serio el tema del tránsito.”