Un nuevo hecho de inseguridad vial en la ciudad encendió nuevamente el debate sobre el funcionamiento de las cámaras de vigilancia. Días atrás, una persona vinculada al bloque de concejales de Juntos por el Cambio fue embestida por otro vehículo mientras circulaba por una calle local. El conductor responsable se dio a la fuga, y al intentar identificarlo mediante una cámara de seguridad ubicada en la zona, se constató que el dispositivo no estaba operativo.
El concejal Gonzalo Giuli se solidarizó con el afectado y expresó su preocupación por la situación: “Tuve la oportunidad de hablar con él y entiendo la impotencia que siente, sobre todo cuando alguien te choca estando en infracción y luego huye”.
Giuli recordó que ya había planteado esta problemática cuando una vecina utilizó la Banca Ciudadana para exponer inquietudes sobre la seguridad. “Estas cosas van a seguir ocurriendo hasta que no cambiemos culturalmente y, por supuesto, hasta que no avancemos como sociedad. Es evidente que también hay una responsabilidad del municipio, tanto en lo educativo como en las obras que se necesitan realizar”.
Sobre el estado actual del sistema de monitoreo, Giuli remarcó: “Hoy Colón tiene el 62% de sus cámaras funcionando, algo que no pasaba antes, y eso se está logrando con recursos propios. Pero hay que entender que mantener y actualizar este tipo de tecnología es muy costoso”.
En marzo, según un informe de la Secretaría de Seguridad, se repararon cámaras ubicadas frente al Hospital Municipal, en bulevar 50 entre calles 12 y 13. Se reemplazaron cables y equipos dañados por tormentas. Lo mismo ocurrió con dispositivos en Boulevard 17 y el acceso por Ruta Provincial 50, considerados puntos estratégicos por tratarse de zonas de ingreso a la ciudad.
“La gente cree que una cámara va a durar toda la vida, pero la realidad es que la tecnología cambia, los softwares evolucionan y muchas veces no son compatibles. Solo el año pasado se invirtieron seis millones de pesos en un nuevo servidor porque el anterior ya no daba abasto”, explicó Giuli.
También se está evaluando reubicar algunas cámaras que no se consideran prioritarias, para cubrir zonas más sensibles en materia de seguridad y tránsito. Un ejemplo es la cámara frente a un jardín de infantes, en una calle de doble circulación: “Ahí todos los días transitan niños. No quiero sacarme la responsabilidad de encima, pero sí reconocer que desde el municipio se está trabajando”, concluyó.
Actualmente, de las más de 90 cámaras instaladas en Colón, 29 no están operativas. “Ojalá el mes que viene podamos tener más en funcionamiento. Necesitamos recursos, más allá de los proyectos que podamos presentar”, finalizó el concejal.