Guillermo Alonso, en una sesión del Concejo Deliberante, expresó su descontento con sectores del oficialismo, calificándolos de autoritarios y señalando que perciben a los opositores como enemigos políticos, descalificando cualquier propuesta o crítica proveniente de su espacio. Según Alonso, esta actitud limita el diálogo y la posibilidad de mejorar cuestiones que afectan a los vecinos.
En su intervención, subrayó la importancia de escuchar y atender las inquietudes de la población. Explicó que, como concejales, su rol incluye transmitir estas preocupaciones al Ejecutivo Municipal o a los jefes de área. Si no reciben respuesta, recurren a otros canales, como el Concejo o los medios de comunicación, para visibilizar los problemas.
Alonso enfocó su discurso en las necesidades del barrio Rivadavia, criticando la falta de cumplimiento de las promesas realizadas durante la campaña electoral, especialmente por el intendente Wadelmar Giordano. Dirigiéndose a la presidenta del Concejo, quien también reside en el barrio, le preguntó si considera que las calles están en condiciones adecuadas para transitar, particularmente en bicicleta, señalando este como un ejemplo de las numerosas quejas que recibe.
Finalmente, Alonso calificó al barrio como “olvidado”, en contraposición a la atención que recibió durante la campaña, y reiteró la urgencia de atender las demandas de los vecinos para cumplir con los compromisos asumidos.