Mientras en la Ciudad de Buenos Aires y en todas las provincias se llevó a cabo la Marcha Federal Universitaria, en nuestra ciudad la protesta tuvo un fuerte impacto con una destacada convocatoria.
A pesar que en general los vecinos colonenses no suelen participar masivamente en protestas sociales, en esta ocasión se congregaron muchos, provenientes de diversos sectores sociales. No solo participaron docentes y no docentes, sino que estuvieron acompañados por representantes de distintos ámbitos políticos y sociales de la ciudad. Entre los asistentes se destacaba una significativa presencia de sectores de clase media, que salieron a las calles para defender no solo la educación y la universidad pública, sino también para expresar su descontento ante las políticas del gobierno nacional.
La marcha partió desde el centro de la ciudad y avanzó por la calle 47 hasta llegar a la esquina con el bulevar 17, donde algunos docentes y ex docentes tomaron la palabra y leyeron un documento que reflejaba los motivos de la protesta. De esta manera, se replicó a nivel local la movilización nacional en defensa de la universidad y la educación públicas, además de manifestarse en contra del anunciado veto del presidente Javier Milei a la ley aprobada por el Congreso para aumentar el presupuesto de las universidades, uno de los sectores más afectados por el ajuste fiscal del gobierno de La Libertad Avanza, junto con la ciencia y la investigación.
La movilización dejó claro que la protesta iba más allá del ámbito educativo; se dirigía también contra el ajuste, representado simbólicamente por la “motosierra” y la “licuadora” del discurso oficial. Los recortes no afectan a los acreedores externos, ni a los bonistas, ni a las grandes empresas de servicios públicos esenciales como el agua, la luz o el gas. Paradójicamente, tampoco impactan en los sectores más acaudalados, sobre los cuales se redujo el Impuesto a los Bienes Personales. En cambio, la protesta reflejó la movilización de las verdaderas víctimas de estas políticas.