Las precipitaciones que vienen cayendo en Junín y en la cuenca del Río Salado trajeron alivio ya que las lagunas de esa ciudad prácticamente se podían cruzar caminando debido a la falta de agua.
El fin de semana llovió 200 milímetros en Junín y las últimas horas el agua estaba a la altura de la escollera, es decir, afortunadamente, la situación se regularizó después de la preocupación que había generado la gran bajante en la Laguna de Gómez.