No todos tienen en claro que se está votando en estos días de tanto debate. Entre otras cuestiones, debe saberse que la media sanción de la Ley Bases deja al borde de su desaparición al monotributo social. Resta solo el voto de los Senadores.
El monotributo social es una posibilidad de estar incluidos en el sistema económico que hasta ahora tienen más de 1,2 millones de personas del sector más desfavorecido de la sociedad.
Sacar al monotributo social significaría la eliminación de una opción de acceso a la formalidad de la que disponen personas con muy bajos ingresos, que trabajan por su cuenta, que cada tanto necesitan emitir una factura pero que no podrían afrontar los costos de permanecer en la categoría A, que es la última. Si esa figura impositiva desaparece, un monotributista social pasaría a pagar un aumento de más del 700 por ciento: de unos 3200 pesos se iría a poco más de 26.000. Lo que implicaría dejarlo llanamente fuera del sistema.
El costo para las arcas estatales es poco significativo, en consecuencia se trata de una decisión ideológica que golpea ferozmente el bolsillo de los más humildes.
Uno de los eslabones más débiles se caería del sistema: se quedaría sin obra social (recargando, además, al ya golpeado sistema público) y sin otros apoyos como la Tarjeta Alimentar, descuentos de la tarjeta SUBE, etc.