Mientras el presidente Javier Milei celebró el fin de la recesión y la baja de la inflación, voces como la de Alicia Franco alertaron sobre una realidad muy distinta vivida por la mayoría de los argentinos. Franco destacó que el consumo interno de carne vacuna alcanzó su peor nivel en 26 años, reflejando un deterioro en las condiciones de vida.
Según datos recientes, el consumo interno de carne vacuna en lo que va de 2024 es un 11,3% menor al mismo período de 2023. En términos per cápita, la caída es del 12,3% en los primeros nueve meses del año, equivalente a una reducción de 6,6 kilos por habitante al año.
Por otra parte, un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA reveló que la indigencia crece a un ritmo más acelerado que la pobreza. Según el INDEC, un 11,4% de personas pasó de la pobreza a la indigencia en el último año. La indigencia, definida como la falta de ingresos suficientes para acceder a alimentos básicos, afecta a 6.012.772 personas en el país, mientras que 16.269.174 viven en hogares pobres, cifras que representan los niveles más altos desde 2016.
Franco cuestionó la desconexión entre los indicadores económicos celebrados por el gobierno y la realidad en los hogares argentinos: “Uno habla con la gente, visita a los vecinos, y constantemente dicen que cada día están más pobres”. Estos datos reflejan una creciente brecha entre los números macroeconómicos y el impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos.