La magnitud de la recesión que atraviesa la economía argentina impacta de lleno en la provincia de Buenos Aires. Si bien desde el Gobierno nacional sostienen que pasados los seis meses de gestión se aguarda una fuerte recuperación, la merma en el consumo y la producción, más la escalada inflacionaria, pronostican lo contrario.
Por caso en nuestro medio, las grandes empresas, por el momento, disimulan los problemas ya que a pesar de detener la producción de varias máquinas, disponen que su personal se ocupe de otras tareas, inclusive de limpieza.
Sin embargo en la Provincia múltiples marcas internacionales debieron ayornarse y ajustarse. De esta manera, la lista de empresas que decidieron achicarse y despedir personal no deja de crecer. De abril a mayo, una serie de multinacionales optaron por recortar gastos, lo que siempre se ve reflejado en cesantías.
La empresa multinacional Whirpool redujo un turno de la producción y despidió a 60 empleados de su planta ubicada en el parque industrial de Fátima, Pilar.
Entre ellas se encuentra PepsiCo, la firma norteamericana de snacks que despidió a 36 en Mar del Plata.
La empresa láctea francesa Danone exoneró a diez personas “con causa por ausentismo crónico” en su fábrica de Longchamps, partido de Almirante Brown.
La reconocida empresa de empanadas El Noble, y otros alimentos congelados, desvinculó a 47 empleados en sus instalaciones de Garín, partido de Escobar.
A su vez, la marca de neumáticos japonesa Bridgestone cesanteó a 50 en su planta de Llavallol, partido de Lomas de Zamora.
En tanto, Ladrillos Olavarría Sociedad Anónima (LOSA) cerró su fábrica de cerámicas, dejando sin empleo a 45 personas.
Por último, la empresa Galfione ,textil propiedad del presidente de la Fundación Pro Tejer, Luciano Galfione, desvinculó a 40 personas en Villa Soldati. El 51% de las empresas del sector encuestadas por esta fundación admitió que en el primer trimestre adoptó medidas que afectó al personal, ya sean despidos, suspensiones, reducción de turnos o cancelación de horas extras.